Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor Jesucristo y no a la gente. Colosenses 3:23

Mateo 28: 19-20 dice: Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado. Y seguramente estoy contigo siempre, hasta el final de la era”.

Jesús habló estas palabras a sus discípulos justo antes de regresar al cielo. Sus discípulos... pescadores, un recaudador de impuestos, un radical antigubernamental y un hombre que pudo haber sido de Missouri (tenía que verlo para creerlo). ¿Te das cuenta de que ninguno de estos hombres se entrenaba para estar en el ministerio antes de que Jesús los llamara?

Aunque eso no importaba. Cuando Jesús llamó, respondieron. Estaban dispuestos a hacer tiempo para Jesús mientras trabajaban.

Hicieron tiempo para que Jesús trabajara siendo como Jesús en el trabajo. Usted también puede.

Haciendo tiempo para Jesús en el trabajo

Su compromiso con Jesús es real y efectivo en el trabajo cuando usted:

• Se niegan a participar en chismes de oficina y puñaladas. Que no salga de tu boca una conversación corrupta, pero solo la que sea buena para edificar, según convenga, para dar gracia a quienes la escuchen. ~ Efesios 4:29
• Da tu mejor esfuerzo a tu trabajo. Hagas lo que hagas, trabaja con entusiasmo, como para el Señor y no para los hombres... ~ Colosenses 3:23
• Estar por encima del reproche. Y eso incluye no llevar suministros de oficina porque "nunca los echarán de menos" o "me deben mucho". Deje que el ladrón ya no robe, sino que trabaje, haciendo un trabajo honesto con sus propias manos, para que pueda tener algo que compartir con quien lo necesite. ~ Efesios 4:28
• Asegúrese de que sea cual sea la trayectoria profesional que elija, no deshonrará a Dios ni hará que nadie dude de la autenticidad de su fe proclamada. Entonces, ya sea que comas o bebas, o lo que sea que hagas, hazlo todo para la gloria de Dios. ~ 1er Corintios 10:31

Como cristiano, eres un reflejo de Jesús para los incrédulos y los que no son salvos. Quien eres es quien cree que es Jesús. Y a sus hermanos y hermanas en Cristo y a la iglesia en general, deben dar un ejemplo de obediencia fiel. En otras palabras, dedicar tiempo a su compromiso con Jesús es dedicar tiempo a:

Piensa antes de hablar. Considera el resultado de tus acciones antes de actuar.

Recuerde que su estilo de vida y las decisiones que toma son un reflejo de su corazón... su verdadero corazón.